Si el partido de este miércoles contra el Benidorm tenía tintes sentimentales por ser el último de Rochel, Eloy y Novelle con el escudo del BM Huesca en el Palacio de los Deportes, el canterano Marco Escribano se suma a la lista ya que acaba de anunciar su adiós en una carta publicada en la web del club y vía Twitter. La medicina le gana al balonmano.
Ha podido más la Medicina. Marco Escribano cierra su etapa como jugador del BM Huesca. Después de 7 años, deja el primer equipo. Este año acaba la carrera y quiere concentrarse en el MIR. “Ha sido una decisión muy meditada”, resume en declaraciones a sporthuesca.com. Se lo comunicó al club y lo anunció en Twitter. Lo hizo con una carta emotiva, donde da las gracias a todos. En especial a su familia, a todos los que han confiado en él y que tanto han hecho por apoyarle en las victorias y en las derrotas.
El capitán del BM Huesca siempre ha estado allí, compatibilizando estudios –con buenas notas- y los entrenamientos. Muchas horas. Un inmenso sacrificio. El próximo 11 de junio se gradúa y luego quiere dedicarse por entero a sacar una buena plaza en el MIR. Le ronda traumatología. También medicina familiar y rehabilitación. Quiere obtener un buen número y si consigue ser residente en Huesca, quién sabe si puede reengancharse al equipo donde se forjó y es el ejemplo a seguir por los canteranos. No lo descarta y sabe que las puertas del club las tiene abiertas.
Habló con el club para conocer si contaban con él. La entidad perseguía su continuidad. Y sí que es deporte de elite, pero no mueve cifras astronómicas. El extremo siempre entendió que su futuro está en la medicina, el balonmano, esta situación en la que se encuentra el balonmano español, dista mucho de los que mueven audiencias y presupuestos de muchos ceros.
El 23 del BM Huesca quiso anunciar este martes su despedida porque hoy quiere hacerlo desde el 40×20 y ante su afición. Si el partido de este miércoles contra Benidorm ya tenía notas sentimentales con la despedida de Rochel, Novelle y Eloy, el anuncio del adiós de Escribano abrocha el final de una etapa.