Estaba claro que el partido contra el Bilbao era especial, como corresponde a un duelo en la zona noble de la LEB oro. Los vizcaínos son candidatos a volver lo antes posible a la ACB y el Peñas firmar una campaña de ensueño.
61-Levitec Huesca: Johnson (8), Haws (12), Gjuroski (16), Nurger (7) y Sans. Quinteto inicial. Aukstikalnis (2), De Blas (2), Hartwich (5), Dani García (6) y Karahodzic (3).
74-Retabet Bilbao Basket: Schreiner (13), Matulionis (7), Brown (10), Larsen y CDemetior (13). Quinteto inicial. Rigo (3), Cruz (17), Salgado, Martínez Balmaseda, Huertas (3) y Lammers (8).
Árbitros: Lecuona, Franquesa y Albacete.
Parciales: 17-19, 14-22, 17-16 y 13-17
Cuando el Levitec Huesca más alimentó el caudal de la esperanza por atrapar al Bilbao Basquet en el electrónico (56-61) en el último cuarto del partido emergió la figura del base Thomas Schreiner para desaguarlo con dos triples brutales. Vaya con el jugador austriaco. No había estado especialmente hábil desde esa distancia con anterioridad, pero sí cuando más lo necesitó el equipo de Mumbrú. También colaboró el Peñas, fallón en muchas fases del partido con canastas fáciles, y con esa sensación de que siempre le faltó la canasta que lo revitalizara.
El ambiente era bueno sobre el parquet y la grada, con una más que buena entrada para dar calor al quinteto de Arenas. Si su debe en algún partido ha sido el salir desenchufado, esta noche no. Ha salido con las pilas cargadas, con hambre por coser un buen baloncesto y tratar de tú a tú a uno de los más grandes de la categoría.
Dos robos buenos de Johnson no acabaron en canasta pero dibujaron el espíritu con el que el Levitec saltó a la pista. Cuestiones de actitud. Intangibles a tener en cuenta. Como la falta que no recibió Gurler cuando iba a meterla para abajo. Detalles. Intangibles que deslizan quien es uno y quién es el otro. Arenas aplicó intensidad y en el primer cuarto rotó a casi todos sus jugadores. Tenía claro el técnico que para buscar la victoria había que estar enchufados y frescos a sus chicos durante el mayor tiempo posible.
El segundo cuarto se abrió con un ajustado 17-19 y Peñas gozó de una efímera ventaja (29-27). El problema llegó con la tercera personal a Gjuroski y esa sensación de que el trío no juzgaba por igual bajo ambas canastas. Bilbao aportó lanzamiento exterior y fue ganando de forma paulatina el rebote para manejar esa distancia psicológica que es la barrera de los 10 puntos. Bilbao martilleba y mucho bajo aros y de vez en cuando abría el marcador sacando fuera la bola para que Cruz y Demetrio castigaran a media distancia.
El segundo acto se abrió con diferencia, también, en cuanto a personales; 9 en el haber del Levitec Huesca por 5 en Bilbao. Y llegó la cuarta a Gjuroski a cinco minutos de terminar el tercer cuarto. Y eso sí que supuso problemas para Peñas. El balcánico es un volcán por lo que transmite, por cómo se implica y lo exterioriza. El partido se turbinó. Se puso en ese punto interesante, con la grada apretando y Bilbao viendo cómo el rival empezaba a arañar puntos.
El último cuarto alimentó durante los primeros minutos la esperanza hasta que Schreiner, lo dicho, enlazó dos triples tremendos. Allí acabó el Peñas que ya vio cómo la remontada se convirtió en un imposible y cerró el partido con el 61-74 final.