Dos oportunidades ha tenido Levitec Huesca para ganar a Melilla y ha acabado el partido en derrota.

Marcador final del partido

87-Levitec Huesca: Sans (4), Haws (13), Gjurosli (19), Nurger (20) y Dani García (5). Quinteto inicial. Johnson (7), Opong (14), De Blas (3), Hartwich, Karahodzic (2), Demetrio y Domper.

88-Melilla: Urtasun (3), Agada (17), Dos Anjos (7), Zyle (11), Franch (9). Quinteto inicial. Balaban (6), Vucetic (9), Niñirola (3), Gilling (23) y Marín.

Cuartos: 14-19, 23-15, 22-20, 17-22 y 11-12.

Árbitros: López, Lucas, González. Expulsados por personales Zyle.

Dos oportunidades ha tenido Levitec Huesca para ganar a Melilla y ha acabado el partido en derrota. La primera la penalizó la decisión de los árbitros de señalar una intencionada a Gjuroski cuando el partido moría. El regalo no lo desaprovechó el equipo de la Ciudad Autónoma y llevó el encuentro a la prórroga. Allí, cuando expiraba, Haws botó el balón con la mirada puesta en el reloj. Los segundos caían, amagó, penetró a canasta, se cayó, perdió la bola y el rival no desaprovechó el regalo. 87-88 para finiquitar un partido en el que Peñas se cayó por los costados del marcador. Perdió el primer cuarto 14-19 y cerró el tiempo extra con 11-12 abajo.

Entre medio dominó en el marcador. Y no era un compromiso sencillo. Melilla es un bloque muy potente. Llegó a Huesca con una buena racha de victorias y se va ampliándola. No puede extrañar. Tiene un equipo con veteranía, con baloncesto. Poderío de centímetros, de kilos, de tipos con las muñecas ágiles. Por eso, es lógico que acumulen tantas victorias y por eso tiene más valor el trabajo de Guillermo Arenas con el Levitec. Peñas cosió un buen partido, porque la fuerza está en el grupo. El problema es que perdió demasiados balones, pecó de algunas imprecisiones y se atascó en jugadas aisladas que una vez cosidas explican la derrota por mínima que haya sido.

El partido puso en danza a la nueva incorporación. Robinson Opong se estrenó con un triple de esos que levanta a la grada del asiento. Es cierto que tiró mucho, que lleva tan solo dos entrenamientos, pero dejó esa sensación de que puede hacer mucho daño desde el perímetro. Que le falte acople es lógico. El partido volvió a dejar a un Nurger y Johnson colosales y a un Gjuroski que cada partido que consume se erige en líder. El duelo que ha sostenido con Zyle, un tipo de 210 centímetros ha sido colosal.

Arenas adelantó en la rueda de prensa que necesitaba a su equipo estar metido los 40 minutos del partido. La tremenda igualdad de la LEB Oro obliga a ello. También a decirlo consciente de que esos 40 minutos plenos es un imposible. Sin rozamiento ni gravedad es más fácil avanzar, pero con las pulsaciones a tope, mantener la serenidad y el equilibrio ante ciertas decisiones arbitrales, ante la impresión de que en el deporte partes en una misma Liga pero con distinta jerarquía es casi un imposible. Y en esos momentos que no estás dentro, que te desconcentras, que te lías con el balón, pierdes oportunidades dobles; la canasta que no metes tú y la que sí consigue el contrario. Y por allí perdió el Peñas, por los errores propios y por las decisiones inducidas.

Fotos: C.Pascual