Con visos de tormenta perfecta hubo que salir a la mar para encontrarse con el Bidasoa. Y la derrota era inevitable.
19-Bada Huesca: Jorge García (p), Camas (4), Ostojic (1), Mota (4), Carró (1), Eloy Félez (4) y Adrià Pérez. Siete inicial. Arguillas (ps), Val (2), Oier (1), Malo (2) y Mira.
34-Bidasoa: Ledo (p), Zabala (1), Rodrigo Salinas (6), Seri (1), Esteban Salinas (4), De la Salud (3) y Odriozola (8). Site inicial. Luan Da Rosa (ps), Cavero (1), Aldaba (1), Iker Serrano (2), Barthe (2), Renaud-David (3) y Tesoriere.
Parciales cada cinco minutos: 1-4, 2-7, 3-12, 4-14, 7-15, 8-16 (descanso) 9-18, 12-21, 14-25, 15-27, 17-30 y 19-34.
Árbitros: Álvarez-Friera. Excluido Mota por el Bada Huesca; Tesoriere y Renaud-David por Bidasoa.,
Lastrado por las bajas, el siete de Nolasco solo podía apelar a la heroica. A que su defensa levantara un muro tal, que le permitiera salir a la contra y allí almacenar goles. Al menos, los suficientes para montar un partido equilibrado, tener opciones al final y cruzar los dedos. Pero no. Bidasoa evitó cualquier susto y desarboló cualquier plan del rival. Si es segundo de la Asobal no es por casualidad. Si quiere volver a escribir páginas en presente con las que emular el pasado evita dejar cualquier cabo suelto.
Así pues los guipuzcoanos aplicaron el abc de este deporte desde la primera jugada. Defensa de martillo pilón con Tesoriere, Barthe, Seri y Salinas más un inconmesurable Ledo y correr contras letales en las que poco pudo hacer Jorge Gómez para frenar las acometidas. Y en estático, también dejó su sello Bidasoa con los latigazos del exHuesca Rodrigo Salinas desde el lateral derecho y su hermano Esteban desde el pivote.
La historia por el resultado del partido murió pronto. Sin Bonanno, ni Marcelo, ni Carmona, ni Joao Pinto que se volvió a lesionar cuando estaba cerca de reaparecer, con Mira tocado que entró –un tanto sorprendente- en el minuto 44, ni Zungri es difícil plantar cara al segundo de la Asobal… o al último cuando está tan equilibrada la competición. Bidasoa pronto construyó diferencias en el electrónico ante un Bada que duramente aguantaba. Sin llegar a los 6 minutos (1-5, en el marcador) Nolasco paro el reloj y lo volvió a hacer 9 minutos después con 3-12. El Bada lo intentó en ataque metiendo balones al pivote y Carró se peleó como es costumbre hasta con su sombra, pero se encontró con un centro de la defensa rocoso y pétreo.
Bidasoa no bajó el pistón y su hinchada saboreó cada tanto y cada defensa como si fuera la última. Y eso es de agradecer. Dentro del correctivo, que al menos hubiera ambiente en el Palacio. Puesto que el 6:0 del Bada no funcionaba, Nolasco puso bajo palos a Arguillas que paró más de una bola buena y luego propuso un 5:1 con Oier en el adelantado que no cortó la sangría, pero dejó el selló de que sin ella la diferencia podía haber sido mayor.
El segundo acto fue una copia y pega de lo visto ya. Bidasoa marcaba el ritmo y Bada aguantaba como podía el chaparrón. Es que era un imposible jugar contra un gran equipo con lo puesto. Por entrega no se puede pedir más, pero competir se hacía muy difícil ante un siete vasco que saboreó el triunfo con su afición.