Gallar, que no celebró su gol, rompió el equilibrio en el minuto 76 y dio la primera victoria a la SD Huesca en su vuelta a la segunda división.
UD Las Palmas: Josep Martínez; Eric Curbelo, Mantovani, Aythami Artiles, De la Bella; Timor, Fabio (Dani Castellano, 73), De Galarreta, Pedri (Toni Segura, 82), Benito; y Rubén Castro (Boris Rapaic, 73).
SD Huesca: Alvaro Fernández; Miguelón, Pulido, Kike Hermoso, Luisinho; Mosquera, Juan Carlos Real (Sergio Gómez, 62), Mikel Rico (Seoane, 84), Raba (Gallar, 62); Ferreiro y Escriche.
Gol: 0-1, m. 76. Gallar.
Árbitro: Figueroa Vázquez. Amarilla Hermoso 10’, Galarreta 50’, Mantovani 84’, Miguelón 90′, Josep Martínez 93′, Pulido 93′ y a Míchel, entrenador del Huesca, en la primera parte.
Incidencias: Ambos equipos saltaron al campo con una camiseta con el lema “Fuerza Gran Canaria” en solidaridad con quienes luchan contra el incendio en la isla.
El Huesca saca de su visita a Las Palmas tres puntos que son oro puro. Por muchas razones. Son los primeros en juego, te quitas los nervios de cualquier debut, te garantiza una semana de tranquilidad para terminar por apuntalar el equipo en posiciones tan sensibles como son el centro de la zaga y la delantera, son fuera de casa y sirve para alimentar el objetivo, que no el sueño, de regresar a la élite de la élite. El Huesca es uno de los principales rivales a batir esta temporada. El fútbol ha cambiado mucho. Hay equipos con nombre y otros con euros. Y ganar a un descendido es el goloso deseo de cualquier rival.
Al Huesca le costó 15 minutos encontrar el ritmo de juego contra una UD Las Palmas que vive sobre un barril de pólvora, pero con muy buenos jugadores en su once tipo. Hasta que el centro del campo de Míchel no carburó, los canarios se hicieron con la posesión. Sin peligro alguno para la meta de Álvaro Fernández, pero dominando. Después, el Huesca se fue haciendo con el juego en un primer partido de liga que siempre está marcado por las imprecisiones. Cuando lo hizo empezó a acumular ocasiones de gol. El primero, Escriche que, por desgracia, no vio la entrada de Rico por su derecha. Una pena. Y pocos minutos después Rico en un gran centro de Miguelón.
La de Escriche y Rico fueron dos ocasiones para haberse puesto por delante ante un rival muy justito de efectivos y que se tuvo que atrincherar durante muchos minutos. Si la propuesta de Míchel es que el Huesca sea un equipo protagonista, le costó materializarlo de forma clara hasta bien entrado el primer acto. Es cierto que tiene todos los mimbres para hacerlo como el deseo de que sea lo más pronto posible. Por calidad desde luego debe hacerlo, pero le falta coser sus costuras, jugar como si fuera un acordeón. El Huesca cerró el primer acto entre sustos. Un par de errores de Miguelón y el baile en una baldosa de Pedri dentro del área de Huesca encogió el corazón del Huesca. Quedó en susto y advertencia.
El segundo acto se abrió con un Las Palmas más enchufado. El centro del campo del Huesca desapareció y los canarios pudieron triangular para meter peligro. Míchel tuvo que agitar el juego de su equipo. Metió a Gallar y Sergio Gómez por Raba y Juan Carlos. Olor a titulares con independencia de lo que ocurra con el catalán debido al empuje del Girona por contar con él. La pena del Huesca era haber desaprovechado las dos ocasiones claras que tuvo en el primer acto. Y lo que son las cosas… y la calidad. Un pase largo de Álvaro, un toquecito de Ferreiro para habilitar a Gallar y el catalán que definió con el suspense del VAR… y que el catalán no celebró.