El Bada Huesca gana a Valladolid en un vibrante partido con el que arranca la segunda vuelta de la ASOBAL con un importante triunfo.

26-Valladolid: César Pérez (p), Miguel Martínez (2), Toledo (4), Pedro Martínez (1), Edu Calle (), Dimitrievski (1), Dimitrioski (3). Siete inicial. Fuentes (ps), Lima (1), Freitas (4), Pisonero (4), Álvaro Martínez (1), Rosell, Miguel Camino (3), Manu García (2).

27-Bada Huesca: Arguillas (p), Adrià Pérez (4), Frank Cordiés (2), Miguel Malo (9), Rodrigo Benites (3), Mosquera (5), Ian Moya (2). Siete inicial. Pablo Casterad (ps), Dijà (1), Óscar García (1), Ignacio Suárez, Danylo, Gucek, Floris, Samuel Alejandro, Álvaro Acosta.

Parciales cada cinco minutos: 0-3, 4-4, 6-5, 8-8, 9-10, 13-11 (descanso) 15-16, 19-20, 19-21, 21-23, 24-24, 26-27.

Árbitros: Milán-Rodríguez Sánchez. Excluidos Pedro Martínez, Rosell, Miguel Camino, Dimitrievski por Valladolid; Frank Cordiés (2) por Bada Huesca.

El Bada Huesca le ha tomado la medida al Huerta del Rey y acaba de ganar a Valladolid en un partido trepidante. Este deporte es así. Cuando ganas con suficiencia, aburre; cuando lo haces así, ajustado, con alternativas en el marcador, con goles de bellísima factura, con pérdidas de balón que te desesperan, con paradas impresionantes, con 7 metros que te encogen el corazón… lo mejor es tener el número de urgencias a mano.

Tremendo el partido de la tropa de Nolasco. Sobresaliente Arguillas, ‘killer’ Mosquera cuando más lo ha necesitado el equipo, espectacular Miguel Malo. Y con los tres, el resto. El sacrificio de Moya en un extremo que no es el suyo, la sobriedad de Adrià, el trabajo incansable de Benites y Gucek. De todos. Salió el Bada en modo apisonadora para marcar un 0-3 de inicio. Eso contra un Valladolid, quinto clasificado de la ASOBAL, no era fácil, y quizá, sí, como luego se comprobó, un espejismo. Los de Pisonero mantienen un bloque tremendo, con jugadores de enorme calidad y cuando subieron la intensidad defensiva enjugaron la diferencia e incluso mandaron en el electrónico.

El partido se ajustaba a esa necesidad que reclama el técnico del Bada; los jóvenes deben dar un paso adelante y los veteranos mantener el nivel. Y el juego le daba la razón. En la dosificación de esfuerzos el objetivo era mantener un alto ritmo de juego y de efectividad. Por eso, cuando los jóvenes den ese paso, este equipo será mucho más seguro. Mantener el pulso a Valladolid no era fácil y menos, cuando Fuentes salió a portería por César Pérez que recibió el fuerte impacto de la redonda lanzada por Mosquera. Y el chileno paró, vaya que si paró. Cerró el primer acto con un 50% de efectividad. En la otra costa Arguillas sacaba bolas clave. En ocasiones, la estadística dice muchas cosas, en otras da igual. Saca la bola que evita el empate, frena la que le permite al rival ponerse a dos y fiesta.

Bueno, lo del capitán fue tremendo. En el segundo acto le sacó a Freitas una bola que era dinamita. Y cuando tu portero te saca bolas clave, la victoria se asfalta, se gana en confianza. Y otro de los capitanes, Miguel Malo, palabras mayores, también. Seis siete metros lanzados, seis siete metros convertidos. Y no es fácil cuando tienes la responsabilidad para hacer el 25-25 y, menos aún, cuando firmas el 25-26. Sangre fría sí, pero sin calidad esas bolas no entran.

Valladolid cambió su defensa 6:0 por 5:1 con Miguel Camino en el adelantado y la movió así en varias fases del encuentro y la lectura que hizo del ataque del Bada no se le trabó. El siete castellano estuvo siempre acosando a un Bada que (casi) desde el sur de la tabla suma dos puntos contra un grande y copia lo hecho en la pasada campaña; perdió en su casa y ganó en Huerta del Rey.

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