Ha sido un partido muy parejo que solo se rompió en el último tramo después de un continuo toma y daca.

36-BM. Nava: Patotski, De Vega; Herranz, Gedeón Guardiola (2), Isaias Guardiola (2), Smetanka, Marugán (10), Roberto Pérez, Prokop (2), Carró (2), Ahumada (2), Nevado (4), Daniel Pérez (2), Vila (4), Méndez (3) y Moyano (3).

34-Bada Huesca: Arguillas, Terçariol; Samuel Cordiés, Acosta, Pepe Floris, Malo (5), Frank Cordiés (3), Gucek, Rodri Benites (9), Danylo, Ignacio Suárez (4), Ian Moya (1), Mosquera (4), Adrià Pérez (6), Óscar García y Dija (2).

Árbitros: Antonio Javier García Del Salto y José Antonio Huertas Herrador. Excluye a Gedeón Guardiola (32′) e Isaias Guardiola (48′).

Parciales: 4-3, 7-6, 8-9, 13-12, 17-15, 18-18 al descanso. 21-20, 23-25, 27-26, 30-30, 35-31, 36-34.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 20 de la Liga Plenitude disputado en el Polideportivo Guerrer@s Navero@s. Nava de la Asunción (Segovia).

Dos siete metros consecutivos frenados por Leo Terçariol permitieron al Bada Huesca cerrar el primer acto contra Nava empatados a 18 tantos. 36 goles en 30 minutos era el mejor ejemplo de la fiesta de ataques que protagonizaron ambos sietes. Y eso que los cuatro porteros que intervinieron en ese primer acto tuvieron protagonismo en varias jugadas. en caso contrario hubiera sido un espectáculo parecido a un coladero.

Que Nava iba a obligar a ponerse el traje de faena era más que seguro. Su 6: 0 con Carró y Guardiola como jefes de operaciones son palabras mayores. Llegar a los 6 metros de forma limpia para lanzar es casi un imposible. Meten brazos, antebrazos, piernas, cuerpo… todo para cerrar huecos. Y eso que de inicio la conexión Cordiés-Benites funcionó para hacer los dos primeros goles de los altoaragoneses. Rodrigo volvió a brillar en un partido de alta tensión teniendo en cuenta lo que debió de capear y en muchas ocasiones se ganó el hueco para recibir de los centrales.

Arrancó el partido bajo la rapidez de Bada en cada contragol y el amplio fondo de armario que tienen los segovianos. Debutó Gedeón y él firmó el 14-12 en el electrónico. Todo fue de uno o dos goles arriba. Y de dominar Bada a Nava y viceversa. El partido se tornó en algo inmensamente abierto con necesidad de que alguien cerrara la portería. Y dejó ver la importancia que tienen los siete que salen y lo que hay en el banquillo, y cuando te faltan jugadores como es el caso del siete altoaragonés que lo arrastra desde casi el inicio de la pretemporada eso se nota en partidos como el de esta noche en tierras segovianas.

Nava se aprovechó más de algunos despistes defensivos del Bada para marcar algún gol y el siete altoaragonés dejó la sensación de que tenía que trabajar mucho más para llevar la redonda a la red rival. Para arruinar la vida a Patotski siempre apareció Adrià Pérez para firmar en esos 30 minutos cuatro de cuatro. La falta de efectivos en el extremo zurdo llevó a Nolasco a poner allí a Floris para que el de Barcelona descansara algunos minutos. En el otro lado, ante la falta de ‘Charly’ y Carmona, Ian Moya.

El Bada arrancó con Malo al mando. Luego dio paso a Dijà e Ignacio Suárez. Y siempre con su esquema tradicional en ataque y en defensa. Nava posee amplios recambios y eso le permitía mantener un alto ritmo de juego. Tiene a muchos y muy buenos jugadores y eso se notaba sobre el 40×20. El segundo acto fue continuidad de la fiesta del primero. Muchos minutos de balonmano eléctrico, con buenos lanzamientos y buenas paradas. Nava volvió a meter a Patosky en la portería y Leo -tremendo el brasileño- sujetaba al Bada pese a que Nolasco pidiera tiempo muerto con 27-26 gracias a un parcial de 3-0. Le devolvió el parcial Bada y Nava volvió a cambiar porteros.

Luis de Vega salió al rescate de Nava y sacó bolas fundamentales a Bad., que además perdía alguna en ataque y facilitaba las contras a 8 minutos del final. A cuatro del final, con 35-31 debido a un parcial de 3-0, Nolasco paró el reloj ante un Nava que ya atacaba con absoluta parsimonia. La última esperanza fue defender al hombre, sobre toda la pista, llegó a meter miedo y con 36-34 Nava paró el reloj. Al final, no pudo ser y hasta de Vega le paró una a Adrià Pérez que firmó otro partido soberbio.

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