La tropa de Nolasco gana a un Sinfin en zona de descenso en un partido que rompió en el primer acto y luego se limitó a controlar con un gran Arguillas en los momentos clave del encuentro.
37-Bada Huesca: Arguillas (p), Adrià Pérez (4), Suárez (2), Malo (8), Rodrigo Benites (7), Mosquera (5), Ian Moya (2). Siete inicial. Leo Terçariol (ps), Dijà (5), Óscar (1), Danylo (1), Gucek, Frank Cordiés, Floris (1), Acosta.
29-Sinfín: Gercar (p), Pla (5), Bhom (3), Ion (3), Silva (1), Basualdo (2), Pardo (3). Siete inicial. Marín (ps), Diego Nuñiz, Gustavo Alonso, Domínguez (2), Aguilera (2), Monzón (3), Galán, Díaz (3), López (2).
Parciales cada cinco minutos: 4-2, 9-4, 12-6, 16-10, 17-10, 19-15 (descanso) 21-17, 24-19, 27-23, 29-24, 31-26, 37-29.
Árbitros: Colmenero-Rollán. Excluidos Benítez, Suárez por el Bada Huesca; Diego Nuñiz, Silva, Basuado por Sinfín.
El Bada Huesca acaba de vencer a un Sinfín necesitado de puntos ya que ancla en puestos de descenso. Regresó Ian Moya al extremo derecho y el siete altoaragonés a hacer su juego. Dani Arguillas paró, la defensa levantó un muro con Gucek y Benites de jefe del operativo y en ataque Malo o Suárez repartiendo juego con el pivote brasileño o preparando jugadas para Mosquera. Así las cosas, 10-4 sin llegar a los 11 minutos de juego. Y en ese tiempo dos exclusiones de los de Garabaya.
Los cántabros llegaron con bajas importantes. La más notable la del exHuesca Tioumentsev. Sin brújula, es más difícil navegar. El problema lo tenían detrás y delante ante un Bada que era solidario atrás y Arguillas apagaba cualquier intento de remontada y adelante, efectivo. Garabaya paró el reloj, pero la avería era grande. Ian Moya cortó una contra y Benites llevaba la redonda para que la cogiera morcar.
Nolasco pudo rotar con más tranquilidad gracias a la diferencia en el electrónico. Entraron Óscar y Pepe con Dijà a los mandos en ataque, y Cordiés en defensa y ataque, que fue placado por Gustavo Alonso a las primeras de cambio.
Cn 15.8, Sinfín cambió porteros. Y Floris le recibió con finta y lanzamiento para subir el gol 16 de los altoaragoneses. Ante las urgencias, Sinfín atacó con siete, con dos pivotes. Utilizó aquello de puerta grande o enfermería. Bada mascó cada ataque y con el 17-11 a proteger a Rodrigo Benites, vamos, a que se tomara un respiro con lo que Danylo salió al 40×20.
El ataque le salió bien a Garabaya con un parcial de 1-3 que pudo llegar al cuatro sin la prada de Arguillas. Noalsco paró el reloj con 18-15 para un último ataque en el primer y que rubricó Dijà con su cuarto gol en el partido.
El segundo acto se abrió con gol de Mosquera y parada de Arguillas. Y Sinfçin dejó de atacar con siete y dispuso su defensa con Costa por delante y los penúltimos saliendo a tocar. Suárez puso el pecho en defensa dos veces de forma consecutiva con falta en ataque del Sinfin y eso siempre daba vida al Bada que mantenía la diferencia, pero no dejaba ver un juego tan hilvanado como en el primer acto. La renta conseguida por el Bada en los inicios era la que mantenía ante los cántabros. Una línea de cuatro tantos que no se terminaba de ampliar por lo que la impresión era que los de Garabaya tenían en su mano dar la sorpresa.
Que Bada necesitaba un chute de intensidad y acierto estaba claro. Como de tranquilidad, de poso, en algunas acciones. Seguía mandando por Arguillas -vaya 7 metros sacó a Domínguez con 31-26-, y por la suerte en momentos concretos. Con 33-27, Garabaya pidió tiempo muerto. Cuatro minutos quedaban para el final y había que intentar el imposible. Su presión sobre toda la pista no surgió el efecto deseado y Bada cerró el partido con una diferencia más amplia de lo previsto. El último gol del Bada, firmado por Mosquera, para enmarcar.
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