MÁRMOL EN QUIEN DOÑA INÉS
EN CUERPO SIN ALMA EXISTE,
DEJAD QUE EL ALMA DE UN TRISTE
LLORE UN MOMENTO A TUS PIES…
Dice Don Juan Tenorio, apoyándose en el sepulcro de Doña Inés, mientras oculta su rostro.
Una de las tradiciones de el día de todos Los Santos es la representación de don Juan Tenorio, muy apropiada para estas fechas por su carácter fantástico, que entre otros elementos muestra la cercanía entre el mundo de los vivos y los muertos.
Poco a poco, a través de la televisión, y el cine, estamos adquiriendo tradiciones de otros países, que, en ningún momento, digo que sea malo, pero si lo es, cuando es a costa de olvidar las nuestras, y quien no tiene raíces, quien olvida su historia, está condenado a repetirla.
Debemos de recordar el origen y las razones por las que se celebran en España estos dos días de fiesta:
FIESTA DE TODOS LOS SANTOS 1 DE NOVIEMBRE
Celebramos a las personas que han llegado al cielo, conocidas y desconocidas. Este día se celebran a todos los millones de personas que han llegado al cielo, aunque sean desconocidos para nosotros. Santo es aquel que ha llegado al cielo, algunos han sido canonizados y son por esto propuestos por la Iglesia como ejemplos de vida cristiana.
Esta fecha se celebra en España con unas características especiales. Durante los días precedentes los familiares de los difuntos realizan frecuentes visitas a los cementerios con el objeto de limpiarlos y adornarlos con todo tipo de flores, especialmente con crisantemos.
La visita a los cementerios se realiza el 1 de noviembre. Es un rito de recuerdo y homenaje a los antepasados. En todas las iglesias se ofician misas en memoria de estos seres queridos que sirven para acortar los supuestos años de purgatorio en el más allá. La estancia de los familiares en el camposanto será más larga si la muerte se ha producido recientemente. En cualquier caso, no puede decirse que sea un hábito generalizado, pues la población que visita los cementerios suele ser la de mayor edad. Se encienden velas durante toda la noche y el cementerio permanece abierto. Ninguna tumba queda desprovista de luz y flores.
Historia de este día festivo
La Iglesia Católica cree que esta festividad nace de la decisión del Papa Bonifacio IV de consagrar el “Panteón de Agripa” al culto de la “Virgen y los mártires”. Se conmemoraban de este modo los santos anónimos y desconocidos por la mayoría de la cristiandad. Es el Papa Gregorio III (731-741) el que cambia la fecha del 13 de mayo a la del 1 de noviembre.
Este cambio se produce debido a la conversión al Cristianismo de los pueblos de tradición pagana que se negaban a abandonar sus raíces y fiestas. Los dirigentes católicos pensaron que al instaurar fiestas nuevas en la misma fecha y de similar apariencia doctrinal que las antiguas o propias de estos pueblos, les sería más fácil a estos nuevos creyentes ir abandonando sus antiguas creencias, sin que esto supusiera desechar su cultura e identidad.
La víspera del 1 de noviembre se celebraba “Sambein”, fiesta pagana celta que marcaba el final del verano y las cosechas e introducía los días de frío y oscuridad. La creencia era que el dios de la muerte hacía volver a los muertos, permitiendo de este modo la comunicación de los druidas con los antepasados. El pueblo romano celebraba el 21 de febrero la fiesta de “Feralia” en la que ayudaban con sus oraciones a la paz y el descanso de sus difuntos.
FIESTA DEL DÍA DE LOS DIFUNTOS 2 DE NOVIEMBRE
Para los católicos es un día de recogimiento, donde se recuerda a los difuntos y generalmente se asiste al cementerio para rezar por los familiares que ya no están; se acompaña de flores y se orla la tumba del difunto.
El objetivo es orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrena y, especialmente, por aquellos que se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio.
La asistencia a la Misa de Difuntos es una ritual celebración para rezar por las almas de quienes partieron a la eternidad.
Historia de este día festivo
Esta celebración se remonta al año 998 donde se instituye por orden del abad San Odilón en todos los monasterios bajo la tutela de la abadía de Cluny; fijando como fecha de celebración el día posterior al de Todos los Santos.
Esta celebración se extendió a todas partes, primero entre los benedictinos y cartujos; etc. Recién en el año 1914 el papa Benedicto XV autoriza a los sacerdotes celebrar tres días de misa por los difuntos, costumbre que se extendió especialmente en España, Portugal y América Latina. La celebración en algunos lugares se realiza con ofrendas (comisa, bebidas, flores y regalos) para ayudar a los difuntos en su camino por el inframundo; se mezclan creencias paganas prehispanas con la celebración cristiana.
Muchas de nuestras ciudades tienen ritos propios, En determinados lugares de Castilla existe la creencia de que los difuntos salen de sus tumbas la noche del 2 de noviembre y maltratan a los vivos que se han atrevido a salir a la calle. En Zamora sigue viva la tradición de la procesión de las ánimas, en la que la cofradía del mismo nombre desfila la noche del 2 de noviembre por las calles del cementerio mientras se reza el rosario a la luz de las velas. Ese día, en Galicia, las ánimas asisten a los sufragios de Difuntos que se celebran en las parroquias.
En Alicante hay una superstición que consiste en poner velas encendidas en las casas durante los días previos a la noche de Difuntos, para que las almas encuentren su camino.
En Tajuelo, en la provincia de Soria, se lleva a cabo el Ritual de las Ánimas al anochecer del día 1 de noviembre. El toque de muertos de las campanas acompaña al vecindario durante todo el proceso. Hay tres grupos: casados, solteros y resto de población. Los dos primeros grupos son los protagonistas principales puesto que son los encargados de ir cantando, salteándose las estrofas, el llamado Cántico de las Ánimas que leen a la luz de las velas en cuatro enclaves de la localidad. Al terminar cada Cántico todos rezan un padrenuestro que inicia el párroco, rezo en el que son acompañados por el tercer grupo que presencia a unos metros a los dos coros y que portan sobre las manos velas protegidas por botes, calabazas o cacharros de barro agujereados, Al término de cada Cántico resuena por tres veces la campanilla y al finalizar el ritual, el sacristán reparte bollería y vino entre los asistentes, etc.
DULCES TÍPICOS DE ESTAS FIESTAS
No necesitamos importar calaveras de azúcar, ni calabazas de caramelo, en nuestro país, tenemos como tradición celebrar todo con comida, por tanto tenemos nuestros dulces típicos.
Dice el dicho popular que «el que por gusto muere, hasta la muerte le sabe». No es cuestión de llegar a ese extremo, pero si hay unos dulces para «morirse» de buenos son los de la festividad de Todos los Santos. Los escaparates de las pastelerías se han vuelto a llenar de los tradicionales Huesos de santo, la elaboración de estos dulces se remonta a comienzos del siglo XVII, aunque el empleo de mazapán es de la época andalusí. Posiblemente su origen se encuentre en Madrid (aparecen citados ya en el Arte de cocina de Francisco Martínez Montiño, de 1611). Se elaboran principalmente para la celebración del día de Todos los Santos y Difuntos, coincidiendo con la recolección de la almendra.
Buñuelos de nata, crema, café, chocolate, batata, etc, son otro de los placeres a degustar estos días. Tienen una leyenda de esta época. Se decía que por cada buñuelo que te comieras sacabas a un alma del purgatorio. Así que ya sabéis, a comer buñuelos.
Panellets: Los panellets como tal datan del siglo XVIII, cuando se usaban como comida bendecida para compartir después de las celebraciones religiosas (panellets de San Marcos y panellets de la Santa Cruz). Se cree que tienen su origen en el norte de Europa, donde a consecuencia del intenso frío se hacía necesario un alimento rico en calorías para soportar mejor la larga noche de difuntos, pero seguramente proceden de la repostería árabe, dada su composición a base de almendras y la influencia de la cultura árabe.
Al ser una comida muy energética (como las castañas y los boniatos, también consumidos ese día) resultaban muy útiles para comer el Día de Todos los Santos o Día de Difuntos, en los que se tocaban a muertos en las campanas de las iglesias durante toda la noche, por lo que gran parte de la población hacía vigilia.
Si queréis ahorrar y hacerlos vosotros mismos, en las siguientes enlaces, encontrareis como:
http://la-cocina-paso-a-paso.blogspot.com.es/2007/11/huesos-de-santo.html
http://www.directoalpaladar.com/postres/bunuelos-de-viento
http://www.directoalpaladar.com/postres/como-hacer-panellets