Visita del Athletic al Alcoraz en la mejor racha de los locales, que han buscado la victoria para no descolgarse en la lucha por mantener la categoría. Encuentro en condiciones desiguales gracias al colegiado Sánchez Martínez, quien sacó del mismo a los ya necesitados oscenses.
0-S.D. Huesca: Santamaría, Etxeita, Dieguez (Ferreiro, 67’), Moi Gómez, Javi Galán, Pulido, Rivera, Chimy Ávila (Cucho, 71’), Yangel Herrera (Juanpi, 57’), Enric Gallego, Miramón.
1-Athletic Club: Herrerin, Martínez, Yeray, San José, Beñat, Williams, Muniain (Córdoba, 73’), Yuri, Susaeta (Ibai, 67’), Capa, Raúl García (Kodro, 85’).
Goles: 0-1 P, Raúl García (18’).
Árbitro: Sánchez Martínez (comité murciano). Amonestó con amarilla a Capa (31’), Yangel Herrera (37’), Miramón (40’), Enric Gallego (42’), Dieguez (67’), Moi Gómez (73’)
VAR: Iglesias Villanueva (comité gallego).
Incidencias: Partido de la 24ª jornada de La Liga Santander entre la Sociedad Deportiva Huesca y el Athletic Club de Bilbao disputado en el estadio de El Alcoraz ante 6729 espectadores. Los jugadores locales saltaron al campo con una camiseta en apoyo a Pablo Insua, lesionado de gravedad en la jornada anterior.
Arrancaba el partido en el Alcoraz sabedores ambos conjuntos de la importancia del mismo. Para los locales la victoria supone reengancharse a la lucha por la salvación mientras que para los visitantes supondría coger aire en la zona baja y alejar de forma abultada a un rival directo por la permanencia.
A punto estuvo de empezar el partido con buen pie para los aragoneses, en una acción que no llega a rematar el Chimy pero que sí hace Beñat y que a punto está de batir a Herrerin. Habría supuesto un tanto en propia meta que evitó el meta vasco lanzándose de forma precisa para atajar el esférico. Sin embargo esta acción no supondría una variación en el guion establecido; ambos conjuntos se tantean y buscan la meta rival, acercándose hasta las inmediaciones del área pero sin causar problemas a Herrerin o Santamaría. La acción más peligrosa en este primer cuarto de hora, junto con el semi fallo con el que arrancó el encuentro, es un disparo del Chimy que sale desviado tras la internada de Galán por la banda izquierda.
Salta la afición con el gol de Enric Gallego pero el asistente levanta rápidamente el banderín para indicar posición antirreglamentaria del ariete azulgrana. Pequeño jarro de agua fría que no tendría nada que ver con el penalti provocado por Dieguez sobre Íñigo Martínez escasos minutos después y que supondría el tanto de los bilbaínos. Es Raúl García el encargado de adelantar a los rojiblancos. Decisión muy discutida por la grada ese penalti que la repetición muestra bastante claro, siendo un error de la reciente incorporación del conjunto oscense. Se pone el partido cuesta arriba y la afición recrimina cada decisión arbitral, argumentando que no son igual de imparciales.
Juega con tranquilidad ahora el conjunto de Gaizka Garitano, dando por muy bueno el resultado actual. Tocan sin problema a lo largo y ancho del terreno de juego, dejando todo el peligro en contras que pillan a los locales por sorpresa mientras éstos buscan igualar el encuentro. En uno de estos va y viene es el Huesca quien sale a la contra y Moi Gómez recibe una falta de Capa, viendo la primera tarjeta de la noche.
Normalmente las decisiones arbitrales polémicas no deberían perjudicar el resultado de un encuentro ni tener protagonismo en una crónica deportiva, sin embargo la actuación de Sánchez Martínez alcanza la categoría necesaria para ello. Cada pérdida de tiempo, cambio de sacador, falta para cortar una contra, falta sin balón o cualquier acción al margen del reglamento realizada por un jugador con la camiseta a rayas rojas y blancas es perdonada sin ningún tipo de reprimenda por el colegiado. En el lado contrario, la mínima pérdida de tiempo (escasa debido al resultado en contra), una falta con contacto mínimo, y bien exagerada por los visitantes, es merecedora de tarjeta si quien la comete lleva la camiseta azulgrana. Además de esto tan solo se añade un minuto de tiempo extra, sin tener en cuenta el gol anulado, el penalti y las pérdidas de tiempo constantes de los bilbaínos. Así es como se demuestra a los aficionados la importancia de mantener a un histórico como el Athletic de Bilbao en Primera División sobre una SD Huesca, novato en la categoría, que lucha contra demasiados elementos para mantenerla.
Comienza la segunda mitad en El Alcoraz en busca de la remontada oscense; salen con ganas los de Francisco. La tónica pronto sería la misma, un Huesca incapaz de llegar hasta Herrerín como para hacerle pasar apuros y un Athletic tranquilo, dejando correr el crono y disfrutando de la permisividad del colegiado para asegurar el marcador. Tampoco se acercan los visitantes al área de Santamaría, y cuando lo hace le saca el uno contra uno a Williams para seguir creyendo.
Mueve Francisco el banquillo, dando entrada a Juanpi, Ferreiro y al Cucho, buscando esa frescura en ataque que pueda hacer ver que es posible puntuar en un encuentro en el que los locales se han visto fuera del mismo desde las primeras decisiones tomadas por el colegiado Sánchez Martínez.
Parece que los cambios funcionan, teniendo varias ocasiones para adentrarse en el área de Herrerín, incluyendo un disparo tras un gran recorte de Ferreiro, jugador por el que han pasado todas las jugadas de ataque de los altoaragoneses desde su incorporación al terreno de juego. Se está lanzando el Huesca al ataque, por primera vez en el partido parece que sí es posible obtener un buen resultado.
A falta de cinco minutos se revisa una jugada en el VAR por un posible penalti en el área del Athletic que finalmente no es, hay que felicitar la rápida intervención del mismo. El contratiempo no frena el ímpetu de los azulgrana, que siguen buscando la meta visitante. Ferreiro incluso hace saltar a la afición en un remate que golpea la red por fuera, tras haber peinado Enric Gallego el balón que metió Rivera al corazón del área, el mismo que poco después hizo estirarse a Herrerín para detener su disparo.
Suena el pitido final en El Alcoraz con la salvación un poco más lejos para un Huesca superado por un arbitraje totalmente parcial por parte del colegiado. Los cambios de Francisco aportaron savia nueva al juego y por momentos se soñó con el gol, sin embargo este nunca llegó.