El Levitec Huesca lo ha hecho. Ha estado allí durante una buena parte del partido. Cuando ha cerrado su rebote interior ha gozado de sus oportunidades, cuando no, el Girona ha podido cavar diferencias. Capítulo aparte el arbitraje. Se mete tanto en los partidos David Gómez que esta tarde se llevó otra técnica.

Marcador final del partido

67-Básquet Girona: Sabat (10), Jonsson (5), Cosialls, Logan (13), Rozitis (8). Quinteto inicial. Busquets (7), Dani García (3), Faye (6), Schaftenaar (5), Sevillano (10), Dibba y Moncanut.

50-Levitec Huesca: Cubillán (8), Mackenzie (5), Lafuente, Vila (12), Rosa (7). Quinteto inicial. Round (6), Corvalán (4), Parejo, Urdiain (4), Butler (4) y Giraldez.

Parciales: 20-14, 15-10 (35-24, descanso) 9-11, 23-15

Árbitros: Zafra, Ríos, Peláez.

Arrancó Girona con un 5-0. Un triple de Jonson -el único en ese cuarto- y una canasta de Rozitis marcó la diferencia. El quinteto catalán avisó de su potencial. Tres triples de cuatro lanzamientos y allí se acabó su racha. Menos mal. Otro tanto le ocurrió al Levitec. Respondió con la misma fórmula y similar resultado. En el primer cuartó debutó Facu Corvalán, con su fuerza de ‘caballo’ gracias a la potencia de su tren inferior. Y lo hizo con ímpetu. Quizá, con demasiado ímpetu.

Si la diferencia de 10 es psicológica, Girona la puso con el 24-14. Lejos de irse abajo, Levitec Huesca cerró el rebote y puso la proa para acortar diferencias. Pero seguía con sus carencias bajo aro propio y ajeno. Con 33-22 volvió a parar el reloj el Levitec Huesca carente de buenos porcentajes en los lanzamientos y sin ganar rebotes. Así las cosas y con más opciones de segunda jugada para Girona (25 por 15 de Levitec) el primer acto terminó 35-24.

El segundo acto se abrió con un rosario de desaciertos que se tradujeron en un marcador escaso acorde a un juego trabado y de fallos calcados. Levitec se encontró con falta de tiros liberados y, al menos, trabajó mejor en defensa. El problema es que el intercambio de aciertos y errores en nada beneficiaba a los de David Gómez que seguían sin romper la diferencia de +10 y +11 de Girona en el electrónico. Por cierto, que ningún árbitro viera el tremendo codazo de Faye a Vila -el mejor jugador del quinteto altoaragonés- en un rebote bajo canasta del Levitec Huesca, significativo. Con 40-31, el jugador altoaragonés se fue a recuperarse al banquillo.

El problema del Levitec descansó en su falta de acierto. Si el triple no entra, si no tienes posibilidades de lanzamientos cómodos y te ganan el rebote, la derivada es que el rival, sin estar de dulce tampoco pero sí con un poco más de acierto, te mina y te deja la sensación de que la diferencia es insalvable. Y es que el tercer cuarto se saldó con un pobre parcial de 9-11.

La luz del Levitec Huesca se apagó poco a poco. Sus desaciertos cosidos a los poquitos que encadenaba Girona dejaron un 50-35 gracias a un Busquets que dejó jugadas que demuestran que atesora una calidad bárbara y hasta insultante con su juventud. Y es que al Levitec le costó un mundo anotar una canasta para encajar un parcial de (10-0). El partido se apagó sin que Levitec pudiera reaccionar y anestesiado por un Girona que fue mejor.