Tremenda victoria la del Bada Huesca en tierras cántabras contra un Sinfín que, con permiso del Barça, es el equipo más en forma de esta segunda vuelta de la ASOBAL.

29-Sinfín: Ernesto Sánchez (p), Diego Monzón (4), Leo Alonso (6), Basualdo, Perbelini (8), Sherif (1), Aguilella (2). Siete inicial. Israel Marín (ps), Gustavo Alonso (3), Nico Bono (2), Marcos Domínguez, Rubio (2), Pla, Díaz, Óscar García, Lon (1),

30-Bada Huesca: Arguillas (p), Adrià Pérez (4), Cordiés (4), Montoya (4), Miguel Malo (2), Mosquera (3), Hackbarth (2). Siete inicial Pablo Casterad (ps), Ignacio Suárez (3), Père Arnau (1), Dijà (5), Rodrigo Benites (2), Gucek, Floris.

Parciales cada cinco minutos: 3-2, 5-4, 7-8, 10-9, 14-11, 16-13 (descanso) 17-17, 18-21, 21-22, 24-25, 27-27, 29-30.

Árbitros: Álvarez-Escoda. Excluidos Sherif (2), Gustavo Alonso, Pla (roja) por el Sinfín; Malo por el Bada Huesca.

Ha sido una delicia. Jugado de poder a poder. Con paradas antológicas, goles de bellísimas factura, alternativas en el marcador. Un derroche de esfuerzo donde la calidad individual ha ido de la mano de la colectiva.

Si ganar a Cisne era importante, otro tanto era conseguir los dos puntos de esta noche. Quizá, el Bada Huesca de la primera vuelta no los habría conseguido. La diferencia es ese paso adelante de varios jugadores y el siempre seguro de vida que es Montoya. A 16 segundos del final y con empate en el marcador, ha recibido la redonda y la ha llevado a la jaula de un Ernesto Sánchez que ha firmado un partido de cinco estrellas. El deporte es así. El de Leganés ha cuajado unas intervenciones excelentes, ha cerrado el primer acto con un 45 por ciento de acierto y su equipo ha perdido.

Con ese portero, con los lanzamientos de Perbelini en la primera parte y de Leo Alonso en el segundo se entiende que el Sinfín esté firmando una gran segunda vuelta; con las intervenciones de Arguillas en momentos clave del encuentro, la dirección de Dijá, el empuje de Malo, la defensa de Rodrigo Benites y el abrelatas Montoya el del Bada Huesca.

Que el partido iba a ser difícil estaba claro. Con dos equipos en forma era lo lógico. Nolasco pidió llegar a los últimos momentos con posibilidades y así lo ha hecho. Pero, quizá, habría que saber qué dijo el técnico en el descanso, porque allí se refugió el Bada con un preocupante 16-13 y cierta sensación de que se ofuscaba.

Su inicio de la segunda parte fue espectacular. Lo que tiene este deporte. En menos de dos minutos dio la vuelta al marcador y puso un parcial de 0-4 para alfombrar lo que iba a ser una victoria tremenda. Sinfín se rehizo. No solo no se vino abajo, sino que volvió a tener el marcador a su favor. Lo mejor es que el Bada nunca se amilanó. Supo gestionar el partido y creer en la victoria. Eso sí, también se deja jirones en ella. Habrá que saber el alcance de la lesión de Hackbarth en una fea jugada con Pla a 8 minutos del final del encuentro. El jugador del Sinfín se resbaló al cerrarle y chocó con el brasileño que se retiró con gesto dolorido.