La fortaleza del Palacio de los Deportes en esta segunda vuelta ha sido asaltada por el Cangas que desde el primer momento ha estado más metido en un partido.

29-Bada Huesca: Tercariol (p), Adrià Pérez (3), Cordiés (3), Malo (6), Rodrigo Benites (5) Mosquera (5), Ian Moya (1). Siete inicial. Arguillas (ps), Óscar García (1), Dijà (2), Ignacio Suárez (2), Danylo, Gucek, Acosta, Samuel Alejandro.

38-Cangas: Elcio (p), Varela (7), Quintas (4), Santi López (3), Rares (1), Gayo (3), Dorado (9). Siete inicial. Jorge Pérez (ps), Simes, Brais (6), Andrade, Hansen (2), Manu Pérez, Toth (2), Essan Mourad (1), Iglesias.

Parciales cada cinco minutos: 1-2, 5-6, 7-11, 9-15, 11-19, 14-23 (descanso) 18-26, 21-28, 22-31, 23-34, 26-37, 29-38.

Árbitros: Espino-Navarro. Excluidos Frank Cordiés por el Bada Huesca; Mourad, Hansen, Quintas por Cangas.

La fortaleza del Palacio de los Deportes en esta segunda vuelta ha sido asaltada por el Cangas que desde el primer momento ha estado más metido en un partido donde al Bada no es que le costara aparecer es que pareció otro. Como equipo, en pocas ocasiones se vio como equipo; como individualidades, más, pero escasas. Acuciado, quizá, por salir del puesto de la permanencia el equipo gallego llegó a Huesca en una buena dinámica y no quiso desaprovechar la ocasión. Si el Bada Huesca esperaba mirar al norte de la Asobal, el Cangas arruinó esperanzas; si abril se presentaba como un mes para almacenar puntos, pues, de momento, nada.

Y es que el Bada empezó perdiendo dos bolas en ataque, arruinando en defensa una contra frenada por Terçariol y desangrándose con el paso de los minutos. La impresión era que jugar un domingo a las 18.30 le incomodaba y que Cangas tiene la tensión de todo equipo que quiere salir de la quema, que es consciente de que cada derrota no se recupera cuando la liga empieza a terminar. Y la derrota del Bada es dolorosa porque ganar a Cangas era muy importante para evitar sustos y alejar fantasmas.

Tiró Nolasco de Malo de jefe de operaciones y no fue el partido del canterano. La defensa 6:0 no le funcionó y probó con una especie de 5:1 que hizo felices a los gallegos, bien con el exHuesca Rarec o con Quintas. El 11-16 tras 22 minutos de juego era ejemplo de la superioridad del siete gallego que sacó petróleo de las innumerables pérdidas en ataque de su rival.

Por si fuera poco, Elcio, un portero enorme, rozaba el 39% de acierto bajo palos. Así las cosas, era difícil agarrarse a algo para tornar ya no el marcador, sino el juego. Nolasco volvió a pedir tiempo muerto en el minuto 26 con 11-20 en el marcador. El efecto del primero fue, simplemente, nulo. En este, al menos, la bronca se escuchaba desde la grada.

El segundo acto se abrió con el Bada Huesca a ocho tantos del Cangas (15-23) y ataque para los gallegos que terminó en gol. Nolasco le dio la portería a Arguillas y puso a Adrià Pérez en el adelantado. La remontada era una tarea titánica por no decir imposible. Además, un larguero cuando menos lo necesitas, la distinta vara de medir de los pasivos respecto al primer acto, aunque en ningún caso fue decisivo, pero sí para que alguien reflexione.

Si Elcio había estado bien bajo palos, el aragonés Jorge Pérez, también, con un alto porcentaje de acierto bajo palos. Con amplia diferencia en el marcador, Cangas atacó con siete y metió una diferencia de +10 con 13 minutos aún para terminar el castigo de un partido que se quedó pronto sin historia.

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Fotos: C.Pascual