El Bada Huesca apretó de inicio para poner al Guadalajara contra las cuerdas. Con el 6-2 a poco más de cinco minutos de juego, los alcarreños pararon el reloj. Mano de santo. Salieron de la espiral derrotista y entraron en partido. Eso sí, fue un espejismo.

34-Bada Huesca: Tercariol (p,2), Adrià Pérez (5), Frank Cordies, Rodrigo Benites (2), Dijà (7), Pére Arnau (1), Hackbarth (4). Siete inicial. Dani Arguillas (ps), Montoya (4), Carmona (3), Mosquera (1), Ian Moya (1), Gucek, Floris (1), Ignacio Suárez (2).

26-Guadalajara: Krimer (p), Chiuffa (1), Haitz (3), Falcon (2), Ronanillos (1), Serradilla, Lombardi (5). Siete inicial. Santamaría (ps), Román (4), Charly (1), Oliveira (3), Díaz (3), Simón, Dorado (1), Llorens (2), Tarjuelo.

Parciales cada cinco minutos: 5-2, 9-5, 10-7, 12-10, 14-10, 17-11 (descanso) 20-12, 24-15, 26-17, 27-18, 31-23, 34-26.

Árbitros: García-Marín. Excluidos Adrià, Miguel Malo por el Bada Huesca; Lombardi (2), Haitz, Chiufa (roja), Dorado (2 y roja), Díaz.

Ganar era importante para los dos bloques. Los dos aspiran a la permanencia. Y por eso los puntos en juego eran tan importantes. Dominó el Bada y cuando gobernó ya fue imparable. Puso diferencias de +2 y +3, trabajó al rival y luego ya puso la directa.

Mandaba gracias a un Tercariol -tremendo durante los 60 mionutos- que firmaba un 45 por acierto de acierto en la portería y un Adrià infalible. Cuatro de los nueve primeros goles del siete altoaragonés los firmó el extremo catalán. Otros cuatro se los apuntó Dijà. La principal novedad de Nolasco fue la inclusión en el once inicial de Frank Cordiés, tras sus tres partidos de sanción en una etapa anterior.

Una de las cosas buenas de este Bada es que la estructura de juego no la descoyunta con los cambios. Esto le permite ritmo y efectividad ante rivales sin tanto fondo de armario o con trajes de distinta calidad. Y esto es importante ante equipos directos con tipos como Llorens, Dorado o Díaz, que tendrán amigos, pero no sobre el 40×20.

A Guadalajara se le complicó más la vida con la roja a Chiuffa. Con 14-10 en el electrónico lanzó un 7 metros a la cara de Tercariol. Seguro que no fue intencionado, pero ni protestó la sanción. El banquillo alcarreño sí lamentó otras decisiones, como la exclusión de Llorens u otras decisiones ante la defensa altoaragonesa.

Con seis goles de diferencia (17-11) se abrió el segundo acto. Bada puso sobre la pista su bloque de inicio. Y la vida mejoró. Tercariol frenó un 7 metros a Falcon con 20-12 en el electrónico y Hackbart puso el 21 con un 7 metros en el minuto 36. Bada tomaba renta y lo que son las cosas, todo indicaba que, por fin, se iba a vivir un final de partido tranquilo. Y esto, en el Bada es noticia.

Floris, que firmó muy buenos minutos contra el Barça, ingresó en el 40×20. Otra buena noticia. El ir horneándose porque el canterano es un chaval con una proyección tremenda y cada vez tendrá que asumir protagonismo además de responsabilidad. Puso el 24-14 en el electrónico, la grada le aplaudió, coreó su apellido y Guadalajara pidió tiempo muerto.

Que los alcarreños no estaban en su tarde estaba claro. Su técnico fue excluido, Dorado añadió la roja en su segunda exclusión y cuando lograba sortear el muro del Bada se topaba con Tercariol. A la desesperada decidió jugar los ataques con 7 jugadores con el objetivo de recortar la diferencia que se iba a 10 tantos a favor de los altoaragoneses con 16 minutos por jugar para acabar el partido.

La única noticia mala para el Bada llegaba vía Dijà que tuvo que ser atendido por un fuerte golpe en una pierna. Guadalajara, pese al castigo no se descompuso y eso que alguna decisión arbitral lo pudo sacar del encuentro. Cambió su portero, varió su defensa, puso en ataque a siete jugadores. Lo intentó, pero sin poner en problemas al Bada que ganó con comodidad. Así, los nuevos pagarán la cena de esta noche más felices.

Fotos: C.Pascual