Tres puntos de oro. Por la situación, por su valor, y por cómo se consiguieron. De hecho, no dudo Cuco Ziganda en hablar del mejor partido de su equipo en la rueda de prensa posterior.

2-SD Huesca: Andrés; Ratiu, Blasco, Pulido, Florian; Salvador, Sielva (Timor 90’), Juan Carlos (Vilarrasa 90’), Gerard Valentín (Marc Mateu 77’); Obeng (Kanté 90’) y Carrillo (Javi Martínez 77’).

1-Burgos CF: Caro, Areso, Córdoba, Elgezabal (Artola, 83´), Goldar, Matos, Curro, Mumo (Navarro, 70´), Atienza (Mourad, 46´), Valcarce (Bermejo, 46´) y Castel (Hernández, 70´).

Goles: 1-0, min. 45+1: Juan Carlos. 2-0, min. 45+4: Juan Carlos. 2-1, min. 90+6: Curro.

Árbitro: Cordero Vega. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Valentín, Jorge Pulido, Miguel, Salvador y Andrés y a los visitantes Elgezabal, Mumo y Artola (84).

Incidencias: Partido correspondiente a la 35ª jornada de liga de Segunda División disputado en El Alcoraz ante 4.727 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Juan Torre, quién fuera el cuarto presidente de la SD Huesca, fallecido recientemente. En el descanso, se homenajeó al equipo de la Liga Genuine.

Los azulgranas se impusieron al Burgos CF con fútbol, regalándole a su afición un partido vistoso para coronar la Semana Santa, y que finalmente decidido un doblete de Juan Carlos.

Mucha intensidad, y mucha presencia el área. Así comenzó el encuentro en El Alcoraz, rompiendo con la idea que, atendiendo a la estadística, podía llevar a pensar en dos rivales especialistas en labores defensivas. Pero no fue así, y los guardametas se convirtieron en grandes protagonistas ya desde los primeros compases, como grandes responsables de mantener el marcador intacto casi hasta el desenlace de la primera parte.

El primer aviso fue azulgrana, cuando solo se cumplía el minuto cuatro de partido, y Juan Carlos Real la puso en el área tras deshacerse de varios rivales, pero no encontró rematador. Solo tres después, el peligro cambiaba de área, y era Andrés el que sacaba sobre la línea. Andrei Ratiu dejaba atrás todas las molestias que le habían tenido entre algodones toda la semana, para hacerse dueño de la banda a base de potencia. Y así, llegaba un centro suyo al área que Carrillo remataba a la escuadra, donde Caro ponía justo la mano para evitar la primera ventaja del partido. Nuevamente era el guardameta burgalés, cinco minutos después, el que impedía que el remate de Pulido, en una falta colgada de Sielva, entrara. El Burgos reaccionaba, pero como les ocurría a los azulgranas, se topaba con los guantes de un enorme Andrés que sostuvo a su equipo en los momentos de más acercamientos visitantes.

Se cruzaba la media hora de juego cuando la afición azulgrana celebró el primero. Un balón de Ratiu al área, llegó a Obeng para que buscara portería, pero aunque él no encontraba los tres palos, aparecía Juan Carlos para empujarla a la altura del segundo. Tras muchos minutos de revisión, el colegiado anulaba el tanto, al considerar que había una peinada previa en el primer pase, que inhabilitaba la posición de Obeng. Lejos de hundirse ante el mazazo del gol, supo la SD Huesca encontrar la fuerza para desquitarse, y el propio Juan Carlos, antes del descanso, firmaba gran doblete que dibujaba una gran segunda parte para su equipo.

El primero, al borde del tiempo reglamentario, asistido por Obeng en un pase atrás, que terminaba prácticamente en un pase de Real a la red, y el segundo, solo cuatro minutos después, a pase de Andrei, con un potente disparo cruzado desde el vértice del área grande. Cinco minutos y un 2-0 en el marcador para retirarse al vestuario.

Era difícil mantener el elevado ritmo de partido en la segunda parte, bajo el sol que este domingo pegaba fuerte en El Alcoraz. Pero en el 47, volvía a sacar Caro la mano cuando el balón se iba dentro, en un remate de Carrillo. Parecía acercarse más el Huesca, hasta que en el 63, una caída en el área era señalada como penalti. Bermejo enviaba el balón directamente fuera, y El Alcoraz lo celebraba casi como el tercero. Porque su equipo seguía generando tras las sustituciones. De hecho, era Marc Mateu, que había entrado al terreno de juego en el 75´, podía sentenciar en el 86´, con un disparo cruzado que se iba por muy poco.

Parecía condenado el partido al 2-0, pero en un añadido de seis minutos, el encuentro enloquecía, en un carrusel de tarjetas en el que el Burgos encontraba premio, al señalar Cordero Vega un penalti por mano, que esta vez sí, convertía Curro, y hacía sufrir a los azulgranas en el añadido del añadido, haciendo todavía mayor el júbilo de la afición azulgrana tras el pitido final.