El Bada Huesca arranca la ASOBAL con una dura derrota contra el Valladolid, que ofreció un mejor y más sólido juego.

25-Bada Huesca: Leo Terçariol (p), Adriá Pérez (2), Cordiés (2 ), Rodrigo Benites (5), Gucek (1), Mosquera (1), Charly (1). Siete inicial. Arguillas (ps), Dijà (2), Moya (2), Malo (6), Danylo, Floris (3), Cánovas.

30-Valladolid: César Pérez (p), M. Camino (2), Freitas (5), Dimitrievski, Álvaro Martínez (2), Toledo (2), D’Antino (6). siete inicial. Lamariano (ps), Lima (4), Pisonero, Miguel Martínez (1), Dimitrioski (4), Rosell (1), Edu Calle (1), Herrero (1).

Parciales cada cinco minutos: 1-3, 3-6, 4-9, 7-11, 8-12, 9-14 (descanso) 13-18, 14-21, 15-23, 18-27, 20-27, 25-30.

Árbitros: Zaragueta-Oyarzún. Escluidos Rodrigo Benites por el Bada Huesca; Pedro Martínez, Rosell (2), Dimitriovski, toledo por Valladolid.

El bada huesca acaba de caer contra un valladolid que, simplemente, ha sido mejor. Se dio que iba a ser un partido duro e intenso y desde la primera acción no hubo prisioneros. Tremendo. El primer ataque de Valladolid se saldó con un pasivo para el equipo castellano y en el segundo ‘Charly’ se tuvo que retirar lesionado en un tobillo producto de una montonera en el centro del 6:0. Con Carmona en la grada lesionado, primer problema para la tropa de Nolasco que se quedaba sin extremos derechos. El canterano Cánovas salió al puesto, en un primer momento, para quedarse Mosquera allí con Malo en lateral.

Las pérdidas de balones en ataque empezaron a castigar al Bada. Dos cómodas contras y 1-3 en el electrónico. Y pudo ser peor si él poste no hubiera frenado el lanzamiento de Álvaro Martínez a la carrera. Sí logró el tanto en otra contra Miguel Camino y Nolasco paró el reloj. Si quería un partido sin precipitación, minimizando los fallos ni seis minutos habían pasado para que explotara por los aires esa idea. Valladolid, con un 6:0 durísimo, robaba balones y obligaba a lanzamientos precipitados. Buscó jugar Bada con el pivote y pocas veces se encontró en la defensa de Valladolid.

El centro de la defensa del siete castellano -Pedro Martínez, Dimitrievski, Toledo y Freitas- tienen pintas de antidisturbios. Muchos centímetros, piernas y brazos que sacaban a los altoaragoneses de los 6 metros. Y tras ellos un César Pérez que paró lo que tenía que parar. Dos goles consecutivos de Dijà sirvieron para acortar diferencias, aunque el Bada no sacaba suficiente rédito de dos exclusiones consecutivas de los castellanos.

Ante la muralla castellana tocó lanzarse en unos contra uno. Y allí Malo es lo más parecido a un Kamikaze. Con diferencias de 3 y 4 tantos a favor de los castellanos, acortar era un mundo y el siete castellano pugnó para ampliar la brecha. La verdad es que a la primera unidad se le suma una segunda para mantener un alto ritmo de juego difícil de contrarrestar a la tropa de Nolasco. Bueno, eso y algunas decisiones arbitrales en algunas defensas de Valladolid o los pasos que no vieron en ataque con 8-13 en el electrónico y menos de tres minutos para acabar el primer acto.

El segundo arrancó de forma similar al primero. Cuando vas cinco arriba no quieres sustos y el siete castellano siguió con el pie a fondo. El intercambio de goles tan solo sirvió para que pasaran los primeros minutos y se mantuviera la diferencia. Igual en la locura Bada sacaba provecho. Se pudo poner Bada a tres en una contra pero Moya falló. Una pena. Y cuando se llegaba otra vez bien, emergía César Pérez.

Nolasco paró el reloj en el minuto 49 porque su equipo se volvía a desvanecer. Es lo que tiene cuando de estar a tres pasas a estar a 7 (14-21). Entró Arguillas por Terçariol y a errores propios en el ataque de Bada siguió sumando postes. Y cuando la suerte es esquiva, nada puede ir a mejor. Modificó Bada su defensa. Dejó el 6:0 y uso a Adrià Pérez en el adelantado. El partido estaba sentenciado, pero el Bada no se quiso dejar llevar. Al menos, peleó, pero solo con eso no es suficiente y dejó goles de Floris para que el chaval crezca.