Victoria ante el Alcorcón, un rival directo, saca a los azulgranas del descenso tras un partido de de mucha lucha y pocas ocasiones para los oscenses.

1-SD Huesca: Álvaro, Loureiro, Pulido, Blasco (Nieto, 63´), Vilarrasa, Valentín, Sielva, Javi Martínez (Kortajarena, 73´), Vallejo (Lombardo, 63´), Joaquín (Tresaco, 84´) y Elady (Obeng, 73´).

0-AD Alcorcón: Anacker, Iago López, Rivas, Quintillà, Víctor, Yan Eteki, Javi Pérez, Addai (Juanma, 81´), Dyego Sousa (Artola, 68´) y Javi Lara (Chiki, 68´).

Goles: 1-0, min. 90+3: Obeng.

Árbitro: Cid Camacho. Amonestó con tarjeta amarilla al local Kortajarena y a los visitantes Quintillà y Iago López.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 25 de Segunda División disputado en El Alcoraz ante 5.279 espectadores. Los dos equipos, incluido los cuerpos técnicos, lucieron brazaletes verdes con motivo del Día Mundial contra el Cáncer.

La enorme piña que formaron los jugadores de la SD Huesca para celebrar el gol de Samuel Obeng en el minuto 93 es el mejor ejemplo de lo que significaba para el equipo el gol de su delantero. Por el momento del partido, por la condición de rival directo de la AD Alcorcón y por permitir al conjunto escapar fuera del descenso. Por todo ello, la victoria que lograron los azulgranas en el último suspiro supone más que tres puntos para la moral del vestuario y de un Alcoraz que terminó entregado.

Porque ya desde la previa se respiraba el valor de lo que esa tarde había en juego, y Antonio Hidalgo decidió dar la alternativa a Elady, siendo ya titular en su segunda convocatoria con el equipo. Fue la principal novedad de un once al que también retornó Jérémy Blasco, como los dos cambios en la pizarra azulgrana respecto al equipo que había partido de inicio en Villarreal apenas seis días antes.

Y si en la anterior jornada los oscenses fueron de más a menos, dominando los primeros minutos, esta vez el arranque estuvo más igualado. El Alcorcón intentaba ahogar al Huesca con una presión muy alta, pero el paso de los minutos permitió a los de Hidalgo encontrar los huecos. El primer aviso fue para Joaquín, que la envió por encima del larguero desde la frontal tras un rechace.

El Alcorcón reaccionaba prácticamente en la siguiente acción con un zapatazo de Javi Pérez, que obligaba a Álvaro a hacer la primera de la tarde. De hecho, el guardameta volvería a ser determinante cuando se cumplía la media hora de juego, deteniendo un disparo pegado al primer palo que amenazaba con meterse dentro. En la portería contraria era Vilarrasa el que más se aproximaba al gol, en una falta casi pegada a la línea de fondo, muy similar a la que supuso el tanto oscense en la anterior jornada, pero que esta vez no encontró portería por muy poco.

Con el marcador inicial se inició la segunda parte, pero esta vez el Huesca se mostró dispuesto a tener la iniciativa. Y así fue acercándose con peligro a la portería alfarera. Un balón de falta colgado por Sielva al que a punto estuvo de llegar Loureiro fue la más clara en esos primeros compases de la segunda parte, antes de que Hidalgo moviera el banquillo. Nieto y Lombardo fueron los dos primeros cambios, ocupando el lugar de Jéremy y Hugo Vallejo.

Elady rozó el gol en su estreno como local, al adelantarse a la defensa para rematar un balón colgado desde la izquierda, pero el guardameta tapó bien. Kortajarena y Obeng fueron los siguientes en saltar al terreno de juego, con 20 minutos por descontar, y más tarde, en los últimos diez, el canterano Rafa Tresaco. Subió el ritmo en ese desenlace, ya que aunque los dos equipos quedaban fuera de la zona de descenso con el reparte de puntos, ambos querían más. Se levantaba El Alcoraz cuando Kortajarena parecía ya empujarla dentro, pero milagrosamente sacó el guardameta del Alcorcón, que reaccionaba con una contra que detenía Álvaro.

Y así, tras levantarse el cartelón en un encuentro que parecía condenado al reparto de puntos, Obeng se vistió de salvador. Gerard Valentín puso el centro, Kortajarena la tocó lo justo y Obeng, con el costado, la enviaba a la red. Ya sin tiempo para más, El Alcoraz se caía para despedir a su equipo al grito de ‘Sí se puede’. Porque ya nadie duda de que ello.