Un penoso último cuarto echa abajo la posibilidad de un triunfo que hubiera sido clave para la permanencia. Ahora todo queda a expensas del último encuentro, en casa.

Tras la dura derrota contra La Roda, cuando lo lógico era ganar por lo hecho en los tres primeros cuartos, el Peñas se jugará a todo o nada en el último partido de la competición regular. Y es que ha sido un ‘palo’ en toda regla. Un parcial de 22/6 en contra en el último cuarto echó por la borda las ilusiones y el trabajo de los oscenses en el trascendental desplazamiento a La Roda. Los oscenses, que durante los tres primeros parciales dominó el encuentro aunque con mínimas rentas, sucumbieron en el último arrastrado por el mayor empuje y vigor de los manchegos.

Rafa Sanz, de nuevo piso en liza a tres jugadores altos -Kararinas, Bastante, Iglesias-, con Stümer y Scariolo para completar el quinteto inicial. Fiel a la costumbre peñista, el encuentro arrancó con mucha velocidad. A ambos equipos les costaba anotar. Los manchegos tras dos canastas iniciales solo veían aro desde el 4,60 metros. La entrada en pista de Chapero y Malo dio un giro al partido. La conexión entre ambos fue determinante con continuas canastas bajo aros aprovechando la superioridad. Lobe endosó un parcial de 12-0 lo que obligaba a Javier Moya a pedir tiempo muerto. Lobe se escapaba de 8 (7-15). Los manchegos reaccionaron rápido, aumentando su intensidad defensiva, corriendo y anotando en transición. La ventaja oscense se esfumaba y los locales finalizaron el cuarto con una renta a su favor de tres puntos (23-20).

Lobe tuvo un comienzo esperanzador de segundo cuarto. El equipo salió a morder y volvió a endosar un nuevo parcial de 9-0. Scariolo había despertado y con 5 puntos consecutivos lideraba a los peñistas. Lobe estaba desatado, firmando los mejores minutos del encuentro. Intensos en defensa y con un claro dominio en el rebote (16-8) los de Rafa Sanz estaban muy inspirados. Nogués cogió el relevo de Scariolo y con penetraciones, robos y mates conservaban las diferencias visitantes. Los manchegos tuvieron un arreón al final del cuarto reduciendo las desventajas a 5 puntos (38-43).

Tras la reanudación, Malo anotó bajo aros haciéndose fuerte una vez más. Lobe seguía manteniendo la diferencia a pesar de entrar rápidamente en el bonus de faltas. Los locales revertieron la situación, endosando un parcial de 10-0 a los peñistas y situándose 51-50. Lobe no bajó las brazos aguantando el tirón local finalizando el cuarto por delante (58-61).

Con todo por decidir, Lobe se atascó en el peor momento. Sin ideas, fallando en ataque y sin apretar en defensa, Lobe recibió un parcial de 13-0. Cuatro minutos y los oscenses seguían sin ver aro. El apagón era absoluto. Ningún faro en el horizonte, ninguna luz. Los locales navegaban ya con rentas superiores a los 10 Puntos. Los tiempos muertos del entrenador cordobés no surtían efecto. El equipo deambulaba hacia el abismo. La Roda gestionaba bien la diferencia, jugando ataques largos y posesiones hasta los últimos segundos. El caos peñista era absoluto y la derrota fulminante por (80-67). El próximo sábado, todo o nada, solo queda una bala en el tambor.

Rafael Pérez