El Bada Huesca suma los dos puntos en juego contra Benidorm, vuelve a ganar, se da un chute de optimismo a mediados de noviembre y pierde a Carlos Molina por lesión.

28-BM Benidorm: Domenech (p), Vainstein, Oliver, Zhukov (2), Durovic (2) Ramiro (2), De Angelis (9). Siete inicial. Witkowski (ps), Sempere (2), Nacho Valles (6), Roca (5), Abdoulah, Zarikos, Vila.

30-Bada Huesca: Dani Arguillas (p), Adrià Pérez (3), Frank Cordiés (3), Artur Parera (3), Miguel Malo (7), Óscar García (2), ‘Charly’ (2). Siete inicial. Gabor Decsi (ps), Ignacio Suárez (3), Carlos Molina (1), Ian Moya (2), Samuel Cordiés (1), Rafael Paulo (3), Bruno.

Parciales cada cinco minutos: 1-4, 4-6, 5-8, 8-13, 12-15, 15-18 (descanso) 16-19, 17-22, 19-24, 21-26, 23-28, 28-30.

Árbitros: Alejandro Hoz- Axel Riloba. Excluidos, Oliver, Zhukov, Roca por el Benidorm; Frank Cordiés (2) por el Bada Huesca.

Incidencias: se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la Dana.

No son pocas cosas las conseguidas sobre el 40×20 valenciano por la tropa de Nolasco. Lo mejor, sin duda, reencontrarse con la victoria. Ganar siempre es importante, cuando cierras la clasificación y te pones a tiro de piedra de un rival, más.

Que el equipo altoaragonés necesitaba ganar no cotizaba. Por fin ha casado juego con resultado. Irrumpió con fuerza el siete altoaragonés. Sus cuatro primeros ataques llevaron la redonda a la red valenciana, en el 13 Arguillas iba por el 55% de acierto y Benidorm pedía tiempo muerto con el 4-98 en el electrónico.

Bada arrancó sin zurdo en el lateral derecho. Entró allí Óscar García y puso la diferencia de 5-10 a robar una bola en defensa y en superioridad. Bada planteó el partido con su defensa 6:0 comandada por ‘El Califa’ y en ataque con Malo a los mandos.

Si Benidorm paró el electrónico con 4-8 volvió a buscar el freno al empuje altoaragonés con el 8-14. La tropa de Nolasco funcionaba de forma más que correcta. Atrás cerraba huecos y en ataque encontraba cómo desactivar la defensa valenciana, bien en un 6:0 pegado a la línea o un paso más arriba de la misma.

Bada mantenía el ritmo con los cambios, aunque el segundo tiempo muerto de de Benidorm le fue mejor a los locales. Es lo que tiene este deporte. Puedes llevar una diferencia de 6 y en un abrir y cerrar de ojos -un par de pérdidas y un desajuste defensivo- provoca que el rival te ponga el aliento en tu nuca con un parcial de 3-0 y 11-14 en el marcador. Benidorm cambió porteros y el polaco Witwovsky amargó el ataque de Rafael Paulo con lo que sumado al acierto de Benidorm en ataque se puso a 2 (13-15).

Nolasco paró el reloj para reordenar todo. No era para menos. De tener una diferencia favorable de 6 goles a un tanto con menos de cuatro minutos para cerrar el primer acto. En la necesidad, gol de Arnau, parada de Arguillas y gol de Óscar García para dar algo de oxígeno a los intereses altoaragoneses que cerraron el primer acto con una rosca, tremenda, del doctor Malo.

El segundo acto arrancó de forma fulgurante con Witkowski en plan estelar. Frenó en seco los tres primeros ataques del Bada Huesca y se hizo urgente encontrar la fórmula para desactivarlo que llegó vía Adrià Pérez y es que la veteranía siempre es un grado. Con 17-22 le sacó una falta en ataque a David Roca que era oro puro.

El problema y grave para Bada llegó en el minuto 42 con la lesión de Carlos Molina. Se fue a por un balón y el propio jugador se dio cuenta de la gravedad en su pierna derecha. Salió en camilla del 40×20. El 6:0 de Bada se reestructuró con los hermanos Cordiés a los lados de Ian Moya.

El partido, sin el concurso de Carlos Molina, entró en el terreno de la duda para Bada Huesca. Benidorm encontró portería desde los 7 metros y con el deseo de que Nacho Valles siguiera sin encontrar su juego, porque cuando lo encontró dejó clara su calidad. Lo mejor para los intereses del siete altoaragonés era que Benidorm no sacaba jugo de sus errores, mantenía cierto colchón en el electrónico y el tiempo se reducía. Con 21-27 a 10 para terminar, Benidorm paró el reloj. El regreso fue para jugársela a puerta grande o enfermería: atacando con 7 jugadores. Y en defensa con 3:3. Más riesgos, imposible.

Los últimos cinco minutos del partido fueron de plena tensión. El riesgo de Benidorm le daba frutos. Bada se atascó en los ataques. La redonda no entraba y veía perder su diferencia, poco a poco.