La SD Huesca empata ante el Granada CF al recibir un gol a balón parado en el tramo final, que igualó el gol de chilena de Soko unos minutos antes.
1-SD Huesca: Dani Jiménez; Valentín, Blasco (Toni Abad 46′), Rubén, Pulido, Vilarrasa (Jordi Martín 70′); Sielva, Kortajarena (Javi Hernández 70′), Vallejo; Soko (Diego González 80′) y Sergi Enrich (Joaquín 60′).
1-Granada CF: Luca Zidane; Rubén Sánchez, Manu Lama, Miguel Rubio, Carlos Neva (Ricard 42′); Sergio Ruiz (Borja Bastón 83′), Gonzalo Villar (Trigueros 73′), Tsitaishvili, Rebbach (Hongla 73′); Lucas Boyé y Stoichkov.
Árbitro: Fuentes Molina (comité valenciano). Sesma Espinosa (VAR). Amonesta a Gonzalo Villar (26′) y Boyé (89′) por los visitantes, y a Blasco (37′) y Sielva (90′) por los locales. Expulsa con roja directa a Ricard (45′).
Goles: 1-0, min. 79: Soko. 1-1, min. 85: Boyé.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 27 de LaLiga Hypermotion disputado en El Alcoraz ante 7.427 aficionados. Antes del partido, Manuel Ollé, presidente de la Fundación Alcoraz, ha entregado a José Manuel Ramón y Cajal, presidente de la AECC Huesca, un cheque con la cantidad recaudada en la Carrera Contra el Cáncer. A su vez, Agustín Lasaosa entregaba a Ignasi Vilarrasa la camiseta conmemorativa por su centenario. Agradable temperatura y césped en perfecto estado para la práctica del fútbol.
Un empate ante el todopoderoso Granada puede parecer un buen botín, pero dejó poca alegría en la SD Huesca este domingo en El Alcoraz. Los azulgranas vivieron con sabor agridulce su duodécima jornada consecutiva puntuando, ya que acariciaron el poder haberlo celebrado sumando de tres. Un auténtico golazo de chilena de Patrick Soko puso todo de cara para los de Hidalgo, con uno más desde el descanso, pero un remate de Boyé a cinco del final dejó el reparto de puntos definitivo. Supo a poco a los altoaragoneses, que quieren más, y piensan ya en su próximo destino: Riazor.
El duelo cuerpo a cuerpo que se intuía en la previa de El Alcoraz se confirmó ya desde los primeros compases. Y la vistosidad quedó para otro momento, con dos conjuntos con ambiciosas aspiraciones para las que sumar los tres puntos en juego sobre el césped oscense podían ser más que importantes. Así, avanzaba la primera parte con estadísticas parejas, en las que los destellos en velocidad de Gerard Valentín suponían los avisos más claros de la SD Huesca, que tampoco sufría demasiado en área propia. Un poste del Granada CF en el minuto 19 que rebotaba en la cara de Dani Jiménez y se iba fuera, representaba la más clara del primer periodo. Aunque la acción determinante antes del descanso llegaba cuando el árbitro estaba a punto de enviar a los dos equipos al vestuario. Un rodillazo de Ricard a Patrick Soko sin balón en juego dejaba al conjunto visitante con uno menos con 45 minutos por disputarse.
Se abría un nuevo escenario para los azulgranas, que regresaban al terreno de juego con un cambio en su once. Toni Abad salía en lugar de Jérémy Blasco. Aumentaba el caudal ofensivo de los de Hidalgo, que daba entrada a Joaquín en el minuto 59. Y en las botas del andaluz llegaba una de las más claras hasta ese momento, con un disparo de la frontal que atrapaba Luca.
Saltaban al terreno de juego Jordi Martín y Javi Hernández, y este último se convertía minutos después en asistente. Ponía un pase atrás desde la línea de fondo, para la impresionante chilena que Patrick Soko convertía en el primero. El gran remate del camerunés a diez del final parecía alfombrar otra tarde dorada para los intereses del Huesca, pero el Granada tiraba de pundonor y acababa encontrando recompensa. Precisamente era con la fórmula más efectiva para los de Hidalgo: el balón parado. Un remate de Lucas Boyé en un córner igualaba de nuevo el marcador a cinco del final.
Ni los jugadores ni los casi 7.500 oscenses que se concentraban en El Alcoraz daban por bueno el empate, y el equipo se volcó hacia la portería de Luca, y aunque Gerard Valentín rozaba el tanto ya en el tiempo de descuento, el guardameta le sacaba el disparo, tras una gran incursión dentro del área. No había tiempo para más en un Alcoraz que acabó despidiendo el esfuerzo de los suyos entre aplausos.